2012-12-01

Castidad No es lo mismo que Abstinencia sexual.

PRIMICIAS PARA DIOS Y PARA EL CORDERO

Castidad se entiende como el comportamiento voluntario de una persona  a la moderación y adecuada regulación de placeres o actos sexuales, ya sea por motivos religiosos o sociales. La abstinencia sexual es un método que provee total protección para evitar el embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual; la abstinencia en la sexualidad es vista desde lo biológico. En cambio la castidad se observa desde el punto de vista psicológico y espiritual, siendo estos dos términos sinónimos en el campo de las relaciones sexuales y que afectan la vida del ser humano en toda su integralidad, su esencia es antagónica y ninguno lo puede llevar al don del celibato.


Los límites de los términos castidad y abstinencia sexual son muy variables entre sociedades, culturas y creencias. Existen muchos factores que influyen en la visión de la castidad y la sexualidad: religión, valores, tradiciones,educación sexual. También estas opiniones van cambiando a través del tiempo. Por ejemplo los iconologistas han dado a la castidad por símbolo el armiño con un cinturón sobre el cual se leían estas palabras: Me castigo: yo me reprimo. En cuanto al concepto de la abstinencia es posible que hayamos escuchado hablar sobre ella de diferentes maneras. El concepto de abstinencia sexual incluye tanto la abstinencia primaria en su desarrollo biológicos  es decir, el retraso de la edad de iniciación sexual; como la abstinencia secundaria que tiene que ver con sus impulsos sexuales desde lo fisiológico;  entendida como la discontinuación de la actividad sexual cuando ésta ya ha sido iniciada. Algunas personas creen que la abstinencia significa no tener relaciones sexuales vaginales, y disfrutan de otros tipos de juegos sexuales sin correr el riesgo de llegar al embarazo. Esto también se conoce como relaciones sexuales sin penetración. Para otras personas, la abstinencia es no tener relaciones sexuales vaginales cuando la mujer puede quedar embarazada. En realidad, esto se llama abstinencia periódica, que es uno de los métodos de observación de la fertilidad. Y hay otras personas, que por el contrario, definen la abstinencia como el comportamiento de no practicar ningún tipo de juegos sexuales con su pareja. Ésta es la definición que mas se acerca al concepto de castidad. 
En la moral cristiana la castidad se eleva en el amor, una vida consagrada a Dios. Entiéndase que en el cristianismo una persona casta es aquella que no fornica. Aunque en el casamiento, se estima el amor eros porque contribuye a fortalecer la unión en los esposos, como un solo cuerpo. Para el cristianismo la castidad es mas que una virtud necesaria en los distintos estados situacionales de la vida, y para algunos contradictoria.

Existen tres formas de la virtud de la castidad desde el punto ético; una de los esposos, otra de las viudas y otra de la virginidad.
  1. Los casados: Castidad significa ser fiel.
  2. Para los no casados y/o los viudos, como requisito para tener una conducta sexual sana como futura pareja; la castidad requiere abstención en lo físico, en lo emocional y en lo espiritual.
  3. Castidad significa abstinencia, virginidad para los que tiene el llamado, el Don del celibato.
La virginidad En el concepto de la sexualidad, es un término coloquial aplicado a la persona que no ha tenido experiencias sexuales, pero va mas a ya del término "castidad". El significado y la aplicación de ambas palabras dependen de cada cultura, de cada religión e incluso de cada individuo. Para el cristianismo no es una negación de la sexualidad sino un fruto, un Don del Espíritu Santo y consiste en el dominio de sí mismo, dado por el poder del Espíritu que nos da la capacidad de orientar el instinto sexual hacia la santidad, ligada al crecimiento espiritual y corporal de las personas.
En cambio visto desde el concepto de “la abstinencia continua” dicen que es la única manera de estar absolutamente seguro de que no habrá un embarazo no planificado y de prevenir el contagio de una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Además, ningún estudio ha probado que la promoción de la virginidad sea perjudicial y tenga efectos secundarios indeseados para los jóvenes que están en pleno desarrollo biológico. Desde el punto de vista biológico la adolescencia se caracteriza por el rápido crecimiento, cambios en la composición corporal, el desarrollo de los sistemas respiratorio y circulatorio, el desarrollo de las gónadas, órganos reproductivos y de caracteres sexuales secundarios, así como el logro de su plena madurez física y emocional. Estudios previos, en que se han evaluado las diferencias de género en la sexualidad adolescente, han demostrado que las mujeres tienen mayor tendencia a la abstinencia sexual que los hombres. La causa de esto se atribuyó a que ellas percibirían tener mayor control que los hombres sobre sus impulsos sexuales. Queda claro que los programas orientados a la abstinencia sexual son completamente ineficientes para evitar embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual, y que las medidas de prevención como el condón y la disponibilidad de anticonceptivos incitan a las relaciones sexuales intimas de una forma desordenada, porque el riesgo es de menor grado para un embarazo y de prevenir el contagio de una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
La castidad ofrece en el cristianismo una preparación espiritual para la futura pareja, y para personas que tienen el llamado al celibato.  El voto de castidad es obligatorio para los miembros de algunas órdenes religiosas tanto masculinas como femeninas. Sin embargo este voto absoluto no es requerido en otras confesiones cristianas, tales como las protestantes.La Biblia dice: “No tengan relaciones sexuales prohibidas. Ese pecado le hace más daño al cuerpo que cualquier otro pecado” 1 Corintios 6:18 (Traducción en lenguaje actual). No se trata de creer que se esta listo para tener relaciones sexuales, sino que se trata de cumplir lo que Dios quiere, la Biblia es clara en prohibir el sexo antes del casamiento porque Dios creo el sexo para ser practicado en el vinculo del casamiento, la Biblia dice: ” En cuanto a aquello que pusieron en la carta que recibí de ustedes, de que «es mejor no tener relaciones sexuales», por supuesto que es mejor, el Don del celibato, aunque mejor aún es que cada hombre tenga su propia esposa, y que cada mujer tenga su propio esposo, para que no caigan en relaciones sexuales prohibidas. Pero cuando se toma con la actitud de religiosidad y fanatismo se ha deteriorado el concepto de castidad o la virginidad, ayudando a la humanidad a corromperse. Los valores morales del Islam son semejantes al cristianismo en muchos puntos, pero también existen grandes diferencias. Para los musulmanes la virginidad masculina y femenina antes del matrimonio es importante. Una mujer o un hombre que no es casto (ya sea por prostituciónsexo prematrimonial o infidelidad) degrada generalmente su estatus social. La homosexualidad para el Islam es un acto contra la naturaleza. Por ello en muchos países aún existe la pena capital para quienes no lleven a cabo las reglas propias de la castidad musulmana. La decisión de castidad por parte de la Iglesia Católica sobre el cuerpo de sacerdotes, diáconos, subdiáconos y monjes, parte de una clara intención recaudatoria y de control sobre sus miembros y no por lograr santidad. Al carecer estos de familia, gastos y distracciones consecuentes, los convertía en almas dedicadas al servicio de la congregación, sin más preocupación que esta, y con la regulación propia de sueldos y alojamientos. Todo esto ocurre en el Concilio de Letrán I, convocado por el papa Calixto II en 1123. La tardanza de esta decisión no hace más que justificar precisamente el motivo, pues el voto absoluto no se menciona en ningún momento ni en el Antiguo Testamento ni en el Nuevo Testamento; a continuación doy este ejemplo:
La Enciclopedia Católica llama a Santa Teresa de Ávila la más Grande Mística. Teresa no solamente era mística sino también la reformista de la Orden Carmelita y una escritora prolífica. Nació en la ciudad de Ávila, el 28 de marzo de 1515. Nieta de un marrano, como se denominaba en España a los judíos conversos, de nombre Juan Sánchez, que opto por el catolicismo en 1492 para eludir la expulsión y la inquisición. Cuando más tarde se ve bajo la lupa de la inquisición abandona su apellido y adopta el apellido del hermano de su esposa católica, Cepeda. Su padre Alonso de Cepeda, avanza aun más su estatus social casándose con Ahumada que se encontraba embarazada del hermano de Teresa a los 14 años de edad. Ahumada pertenecía a una importante familia de Ávila que contaba entre sus ancestros a caballeros que lucharon contra los moros para reconquistar Castilla. Así Teresa de Cepeda y Ahumanda llego al mundo 23 años después que Colón llegara a América. Por lo menos dos de sus hermanos tomaron parte en el genocidio Inca como conquistadores en el Perú bajo el mando de Francisco Pizarro en el año 1533. De esa forma llego el dinero a la rerión de Ávila, una árida y empobrecida aldea de Castilla que padecía de cosechas pobres  y crónicas. A los siete años, desarrolló una predilección por leer la vida de los santos con su hermano Rodrigo que era casi de su misma edad. Las dos tiernas mentes impresionadas por las cosas que leían se ven afectados psíquicamente al punto de repetir incansablemente: "Gozarán de Dios para siempre, para siempre, para siempre . . ."  Al hundirse aún más en esa locura, Teresa y su hermano llegan a la conclusión que los mártires habían obtenido la gloria a un precio demasiado bajo y deciden escapar de casa con el objetivo de ser asesinados por los moros y así morir por la fe. Por suerte en Ardaja se toparon con un tío que los devolvió a su familia. Pero el daño ya estaba hecho y los pequeños traumados deciden vivir como ermitaños en su propia casa. Teresa cayo en una gran depresión y mirando por horas un cuadro en su habitación repetía constantemente la frase: "Señor, dame de beber para que no vuelva a tener sed" El estado en que se encontraban estos dos pobres pequeños por fortuna no era permanente. Teresa y Rodrigo crecieron, empezaron a leer novelas de caballerías, les gustaban tanto que no podían estar sin ellas. Esto les abrió sus jóvenes mentes a un mundo más bello y atractivo. Poco a poco la joven Teresa empezó a interesarse por la moda, a vestirse bien, a bañarse y a usar perfumes. Ante tales acciones su padre comenzó a preocuparse. Se transformó en una muchacha tan bella y coqueta que consiguió novio y "casi" (sic!) pierde la virginidad a los 16 años con su guapo primo. Al notar el desarrollo natural de la adolescencia en la muchacha el padre decide tomar cartas en el asunto y rápidamente la envía al convento de las Agustinas. Por segunda vez en su vida la desdichada muchacha se ve atrapada en la maquinaria de laindoctrinamiento. Esta vez la envolvería de tal forma que no pudo escapar. Al concluir su adolescencia comenzó a sufrir de una variedad de condiciones deshabilitantes en su mayoría psicosomáticas que la dejaban paralizada y adolorida. Trató de llevar un vida normal hasta donde podía. Se resignó a ser monja. Su padre se dió cuenta del daño que había ocasionado, pero ya era muy tarde, su mente estaba condicionada dentro del "dogma" y decide en 1535 entrar al Convento de la Encarnación de las Carmelitas contra los deseos de su arrepentido padre. Pero no era todo horrible allí. Allí se vivía un ambiente "relajado" debido a las opulentas donaciones de los parientes ricos de las monjas. Las Hermanas usaban costosos hábitos de sarga negra, vivían en amplios y confortables dormitorios, recibían visitas constantemente y participaban de los "galanteos de monjas", coqueterías supuestamente castas entre las hermanas y los visitantes varones. Teresa se especializó en los "galanteos" recibiendo a muchos admiradores detrás de la ventanilla del convento. También recibía numerosas visitas de sus parientes Cepeda y Ahumada. Aunque tomo el nombre religioso de Teresa de Jesús, el aristocrático convento le permitió mantener su título de nobleza de Doña Teresa de Ahumada. Pero sus acciones en los galanteos tuvieron un precio emocional. La Santa desarrolló un fetiche hacia los Cristos ensangrentados y manifestando profunda agonía. Ella cuenta como en una ocasión, al detenerse ante un crucifijo muy sangrante le pregunto: "Señor, ¿quien te puso así? y le pareció que una voz le decía:
"Tus charlas en la sala de visitas, esas fueron las que me pusieron así, Teresa". Ella se impresionó y echó a llorar. Desde ese día no volvió a tomar parte de los galanteos. Su experiencia con el Cristo sangrante fue impactante. En sus Memorias Teresa misma describe como durante 20 años ella fue "una malvada mujer", la "mas malvada entre las sucias" y era "digna de la compañía de demonios infernales" como ella lo describe en su memorias. [Teresa 1, 48, 53, 71, 85, 139, 164, 174].  Pero Teresa nunca dejo se ser una mujer de alto contenido sexual. Phyllis Mc Ginley nos cuenta que ella realmente tenía un alto libido sexual. Continuamente se enamoraba y desamoraba de hombres, incluyendo a por lo menos uno de sus padres confesores. El primero que realmente la pudo satisfacer fue su padre confesor, un "gran admirador de la Virgen María," especialmente "de su concepción," pero también de otra mujer del lugar como así también de Teresa. [Teresa I, 56ff] Obviamente todas estas mujeres llevaron al pobre monje a su límite que murió un año mas tarde.  Hacia el final de su vida desarrolló una obsesión hacia el Sacerdote Gracián de la Madre de Dios, un hombre que ella duplicaba en edad. Ella dice que lo reconocía como una figura de los Cantares de Salomón. El diablo, ese tentador, siempre estaba acechándola, especialmente después de esa treta del destino. Hasta que el Señor Jesús vino a su rescate. Esto ocurrió en el monasterio de Veas, donde le puso un anillo en señal del divino matrimonio. Al principio el Señor mostró solo su mano, solamente después mostró su cara y así poco a poco la totalidad de su cuerpo. "Ella no podría haberlo soportado todo de una sola vez." [Teresa I. 487, 261]. 

La obra de Bernini plasma el estereotipo de Teresa, una mezcla entre lo erótico y lo histérico. Hugh E. M. Stutfield en su libros Mysticism and Catholicism(1925), cataloga a su estilo de santidad como  "una colección de lo negro escrito en una forma barata" . El colega de Sigmund Freud  Josef Breuer la llama "la Santa Patrona de la histeria," y  Jacques Lacan es mucho más directo y vulgar al decir que "Usted solamente tiene que ir a ver la estatua de Bernini en Roma, para darse cuenta que se esta viniendo". Para el propósito de esta nota simplemente diríamos que fue la víctima de una sociedad que reprimía los instintos naturales de la sexualidad. Es merecedora de lastima y ninguna manera de burla. Teresa sobrellevó su problema de una forma muy digna, mediante la poesía y la escritura. Después de todo no estaba muy lejos de los clásicos al seguir la tradición mística de relaciones entre mujeres  mortales y hombres dioses.
Para la fe cristiana la castidad como Don una virtud verdadera, no es posible para el hombre con sus solas fuerzas o determinaciones. Es decir, el hombre y la mujer necesitan de la gracia de Dios para poder realizar este Don, obtenido por medio del Espíritu Santo en oración. Es así como lo expresa San Agustín en sus confesiones.


Jesús permaneció virgen y fue quien reveló el verdadero sentido, la total disponibilidad, y el carácter sobrenatural de la virginidad. Cristo no la impone, pero se refiere a ella como un don de Dios, pues sólo está al alcance de “aquéllos a quienes Dios se lo concede” (Mt 19:11). Para tomar esta resolución, es preciso un llamamiento especial de Dios, que supone un Don, una luz, una gracia y una fuerza que da sentido a esta renuncia “por el reino de los cielos” (Mt 6:33). Los eunucos espirituales se liberan de los lazos de las relaciones sexuales para aplicar exclusivamente su pensamiento, su corazón y su vida a la causa del evangelio, es decir al seguimiento de Jesús y al Reino de Dios con su exigencia de amor universal a Dios y al prójimo. Es, por tanto, una búsqueda del amor según esta vocación especial. Pablo en 1 Cor 7:7 afirma que el celibato como estado de vida es un don de Dios, si bien el casamiento también lo es.

Ap 14:4: “Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Éstos siguen al Cordero adonde quiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero”. En este paso la palabra “vírgenes” está empleada en sentido figurado y designa a los que se han negado a la prostitución de la idolatría pagana, siendo fieles a la fe y enteramente dados a Cristo.

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