2012-07-05

Parte II. SU RELACIÓN DEBE LLEVAR A UNA SANA COMUNICACIÓN




Habiendo expuesto en la primera parte de este ensayo el acto como tal "coito vaginal"  establecido por Dios para los esposos; en esta segunda parte como lo habíamos mencionado se expondrá el resultado de conocerse a si mismo para llegar a una relación intima sexual sana desde lo fisiológico y emocional hasta lo espiritual. Decíamos que al asumir la relación intima sexual, que es por medio del coito, es indispensable brindarse una comunicación de satisfacción mutua de dicha relación y esa comunicación se da a través de lo que llamo el "orgasmo amoroso".



El orgasmo o clímax (del griego κλίμαξ, «escalera» o «subida») es el momento culminante del placer sexual: es el resultado final del clímax explosivo de una relación sexual, que produce una sensación de liberación repentina y placentera luego de un punto casi insoportable e irrefrenable de esa tensión sexual, acumulada y guardada de manera continua desde que se inicia la excitación. Es la forma para unirse dos seres en cuerpo, alma y espíritu, formando así una unidad, heredándose mutuamente todo, no olvidemos que el cuerpo es donde mora el Espíritu de Dios o los espíritus de maldad. Que dice la biblia al respecto: Génesis 2:24 dice, “Por tanto, dejará el hombre a sus padres, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” 1 Corintios 6:16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne"


Formando una unidad con El
El orgasmo debe ser como una sinfonía; es decir que los cónyuges estén combinados sus sentimientos entre sí, con absoluta entrega por el otro de manera que harmonicen, como una bella melodía, donde su director es nuestro CreadorRecordemos que el comienzo de este ciclo está en la excitación, es como aprender a tocar un instrumento para interpretar una bella melodía; durante la cual la sangre acude al pene, al clítoris y a las zonas muy inervadas del plexo nervioso perineal, en el que se produce una intensa excitación rítmica.
En el anterior capitulo se menciono sobre las cuatro etapas de la respuesta sexual: la estimulación-deseo, la de la excitación, el orgasmo en sí mismo y la resolución. William Masters y la trabajadora social Virginia Johnson diferenciaron 4 fases de respuesta a la estimulación sexual humana: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Cualquier orden que se le de o terminología, todos llegan a la conclusión de que el orgasmo en sí es el deseo más profundo que mujeres y hombres buscan desde que se transforman en seres sexualmente activos. El orgasmo es la penúltima fase del ciclo de la respuesta sexual, o estimulación sexual humana, llegamos a la siguiente definición: consistente en un breve episodio de liberación física que sucede al aumento previo de la tensión muscular, de la congestión sanguínea pélvica y de la sensación corporal de excitación con percepción subjetiva de este clímax. Esta liberación energética se evidencia por descargas musculares rítmicas a nivel genital y perineal, aunque también comprometen en su sensación al resto del cuerpo. Estas contracciones son sumamente placenteras para ambos sexos y producen una sensación de alivio y relajación.
El sexo como comúnmente se denomina a las relaciones intimas sexuales dentro del vinculo del matrimonio, es ordenado y aceptado por Dios, pero el sexo fuera del pacto matrimonial es fornicación/ adulterio (pecado). (Lev. 19:29, 21:9; Deut. 23:17; Efesios 5:5) La frase "una sola carne" que usa el apóstol Pablo para referirse a la unión sexual entre un hombre con una prostituta en 1 Corintios 6:13 no significa que existe un matrimonio entre ellos, aun el mismo Pablo dice que es "fornicación":Aunque sí existe una unión y estos vienen a ser una sola carne, como lo han hecho fuera del propósito divino y sin constar un pacto de unidad perpetua y compromiso mutuo ante Dios como testigo por medio de la Boda-casamiento, tal acto no es matrimonio sino una unión sucia (amancillamiento; vileza; impureza) mejor conocida como fornicación ó adulterio. 1 Corintios 6:18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

 Algunas culturas milenarias y que incentivan la promiscuidad dividen los orgasmos en niveles que llegan hasta un estado de éxtasis que perdura por un largo periodo de tiempo y puede ser alcanzado por ciertas prácticas sexuales, que no todas son aprobadas para tener una sana relación intima sexual. Prácticas de meditación que su objetivo es el de intercambiar sus genes espirituales y en el campo del ocultismo para invocar, adorar dioses y ser poseídos por espíritus, con el propósito de tener poder en los grupos de satanismo. Las costumbres llevan al hombre a considerar su propia opinión y no a lo que dice la Biblia. Las costumbres llevan a dejar a un lado a Dios para confiar en la historia y opiniones de hombres.


CONOCERSE A SI MISMO. 
El desenlace del orgasmo en el hombre da lugar a la eyaculación o fase expulsora del semen. Sin embargo, se puede dar orgasmo sin eyaculación y eyaculación sin orgasmo. Una vez desencadenada la eyaculación, al parecer, el cerebro no enviaría señales específicas a las glándulas seminales ni al pene para que el semen salga expulsado, sino que éste sería el producto de una respuesta refleja de esos plexos. El curso del orgasmo genera sensaciones propias de una explosión placentera que, una vez desencadenado, produce un placer muy intenso. Durante el orgasmo, las paredes del útero y la vagina se contraen, apretando al pene y transmitiendo un placer superior, seguido de un fuerte cosquilleo y de una explosión placentera, el “clímax”, punto donde el placer estalla desbordante. No es raro que un hombre obtenga del coito más placer que una mujer, ya que él sí recibe durante el coito estimulación directa.


Se interpreta en la mujer como una serie de intervalos contracción y relajación refleja, involuntaria de los músculos que rodean la entrada de la vagina. Siempre de la misma manera. Sea cual sea la fuente de estimulación. Quzás resulte increíble que la sexualidad femenina siga siendo un misterio, porque no existen reglas para hacer que las mujeres disfruten el sexo. Cada mujer tiene que tomarse la tarea de descubrir su propio placer sexual y debe tener la mente abierta, para que su pareja le ayude a llegar al orgasmo, POR LO CONSIGUIENTE CADA PAREJAS ES UNICA.  El caso es que nos encontramos ante una de las frustraciones más habituales cuando hablamos de la sexualidad femenina. Frustración absurda, desde luego, pero real" ¿Por qué no lo consigo?"; "¿Qué puedo hacer para tener un orgasmo durante la penetración?". La sexóloga norteamericana Lou Paget afirma, en su libro de título elocuente "Máaas..." (Ed. Martínez Roca), que casi el 70 por ciento de las mujeres no son capaces de alcanzar el orgasmo sólo con la penetración. Esta cifra se basa en unos estudios realizados por la Universidad de Chicago que revelaron que entre el 22 y el 28 por ciento de las mujeres de diferentes grupos de edad son incapaces de alcanzar el orgasmo durante sus relaciones sexuales. De hecho, la mayoría de mujeres sólo lo consiguen mediante la estimulación del clítoris. A muchos les puede parecer ciencia-ficción, pero hay que tener en cuenta que la estimulación clitoriana es un tabú durante el coito para muchas parejas. Por lo tanto, es normal que muchos encuentros sexuales terminen en blanco para dichas mujeres, no debe extrañarnos que muchas mujeres hayan pasado por la vida sin experimentar un orgasmo en toda su existencia. De un tiempo a esta parte las mujeres cada vez se sienten más presionadas a la hora de alcanzar el orgasmo. En poco tiempo se ha pasado del "esto no va conmigo" al "tengo que conseguirlo a toda costa", con el consiguiente aumento de tensión y angustia asociada al acto sexual.

LA GRAN MAYORÍA DE LAS MUJERES ALCANZAN UN ORGASMO GRACIAS A LA ESTIMULACIÓN DEL CLÍTORIS. POR EL CONTRARIO, MUY POCAS LOGRAN ALCANZAR UN ORGASMO VAGINAL.

Desde el momento de la caída de Adán y Eva en desobedecer a Dios, el ser humano toma una actitud de egoísmo y de buscar lo suyo, para encontrar por si mismo su bienestar y satisfacción de ser amado, deseado; las consecuencias no se hicieron esperar en la primera pareja de esposos, el hombre debe sacrificarse para poder satisfacer a su mujer y la mujer debe buscar de complacer a su hombre, ayudarlo a que interprete los deseos y pasiones de ella combinados con los de él. Es una dura labor de la mujer de someterse, como también la del hombre de cuidar a su esposa. La biblia nos muestra el porqué de las dificultades en nuestras acciones y pensamientos en relacionarnos como pareja y en la imperiosa necesidad en poder ponernos de acuerdo mediante un Mediador Jesucristo, mas no de conocernos íntimamente por nuestro propias deseos. Al perder el privilegio de comunicación entre Dios y los humanos, perdimos la comunicación espiritual como humanos entre si (ya que somos hechos a imagen de Dios). En Génesis 3: 16 queda registrada la sentencia (parafraseando); “Tu deseo (sexualidad) será para tu marido. Esto implica la dependencia que la mujer tendría respecto al hombre en todo, incluyendo las relaciones sexuales íntimas. Otra versión lo traduce: Tu voluntad será sujeta a tu marido. Esta es la consecuencia moral. En la versión Reina Valera; Y el Señor Dios dijo a la mujer: "Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor. Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará". Querido lector usted se preguntara que tiene que ver con el tema del orgasmo, pues déjeme decirle que el mayor problema que tiene una pareja “cónyuges” en sus relaciones sexuales intimas es la de satisfacerse mutuamente para lograr conseguir un orgasmo amorosos es decir mutuo. El misterio se encuentra en la mujer, por causa del veredicto en  “Génesis 3:16", no todas tienen el mismo comportamiento ni todas tiene fisiológicamente  las mismas dimensiones  en sus órganos genitales. Como individuos, somos únicos, no hay otro ser igual, cada mujer es única para poder llegar a un orgasmo. Veamos como lo sustento en el campo de la biología y fisiología del ser humano.

¿PARA DEBATIR?
¿Es diferente el orgasmo vaginal del orgasmo que se consigue estimulando el clítoris femenino? Un estudio de Emmanuele Jannini, de la Universidad de Aquila (Italia), acaba de sugerir que se trata de dos orgasmos radicalmente distintos. Las conclusiones se publican en la revista Journal of Sexual Medicine. Sin embargo, en el mismo número de la publicación otros 5 expertos participan en el debate sobre el orgasmo vaginal y argumentan su punto de vista.  Así por ejemplo, la ginecóloga Odile Buisson discrepa con Jannini y asegura que la pared frontal de la vagina está tan ligada a las partes internas del clítoris que es imposible (o casi) estimularlos por separado. Por su parte, Barry Komisaruk, de la Universidad de Rutgers (EE UU), ha llevado a cabo múltiples estudios en los que las mujeres muestran que distintas áreas sensoriales del cerebro se activan en respuesta a ambos tipos de estimulación. Además, existen otras evidencias de que no hay un único tipo de orgasmo, como que las mujeres con una lesión medular que interrumpen todas las comunicaciones entre el clítoris y el cerebro todavía pueden sentir un intenso placer bajo estimulación vaginal. Según investigaciones y a través de consejería  en esta área, todo el cuerpo de la mujer es  zona erógena en la medida que cualquier área puede ser estimulada y excitada por parte de su cónyuge. 
Vemos que hay un sin numero de conceptos y que es imposible  ponerse de acuerdo en una metodología o practica en común. Cada mujer es un mundo, lo percibe de una manera diferente a los demás, es fundamental la comunicación de la pareja y el sometimiento mutuo. Estudiemos cada uno de estos medios de estimulo para alcanzar el orgasmo.

Orgasmo clitoriano : El clítoris es el órgano más erógeno de la mujer. Su función es únicamente el placer. Su estructura consiste en un gran manojo de ramificaciones  nerviosas y de tejidos erógenos. De ahí su inmensa capacidad erótica y de excitación. La vagina es muy pobre en terminaciones nerviosas y receptores táctiles. El clítoris sigue siendo ese sitio misterioso de siempre y muchas mujeres no saben cómo definir el orgasmo. Aunque muchas lo sienten, y lo disfrutan, pero no saben cómo definirlo. Muchas mujeres aseguran que el verdadero orgasmo es solamente el que se consigue estimulando el clítoris. De alguna manera, la cópula frontal permite una cierta estimulación del clítoris, pero ya no por medio del pene, sino por fricción o el golpeteo de un pubis contra otro. Pero esto no pasa de ser una pequeña estimulación indirecta, la cual resulta insuficiente para la inmensa mayoría de mujeres para alcanzar el orgasmo.  Si no hay contacto, luego no hay estimulación. Si comparamos, por ejemplo, el tipo y la intensidad que el clítoris recibe mediante la estimulación directa manual y la que recibe en el coito, sea cual sea la postura adoptada. La presión, el ritmo, la continuidad y la intensidad son incomparables. Para la inmensa mayoría de las mujeres la estimulación coital es una estimulación de baja intensidad, es decir, manifiestamente insuficiente para alcanzar el orgasmo. Para ello, las mujeres requieren una estimulación directa del clítoris, cosa que no ocurre en el coito. Aunque son muchas las que necesitan este plus de estimulación, hay una acentuada tendencia tanto entre los hombres como entre las mujeres a creer que esto es anormal. La anorgasmia coital femenina no es una disfunción sexual, sino la consecuencia lógica de la pérdida de contacto directo entre el pene y el clítoris durante el coito. Las diferencias fisiológicas halladas en las mujeres estudiadas por el grupo de L’ Aquila podrían explicar por qué, como muestran estudios previos, un 70% de las mujeres no llegan al orgasmo durante el coito y sí pueden hacerlo a través de la estimulación del clítoris. La investigadora de la Universidad de Indiana en Bloomington (EEUU) Elizabeth Lloyd señala que el hallazgo de Jannini y su equipo hará más difícil para las empresas farmacéuticas defender la idea de que las mujeres que tienen dificultades para tener orgasmos tienen algún tipo de disfunción sexual, al demostrarse que hay diferencias fisiológicas entre ellas. La clave es conocerse para ayudar a su esposo.

Orgasmo vaginal : En el libro sobre orgasmo femenino de Lou Paget  podemos descubrir cómo funciona el orgasmo vaginal respecto al clitoriano: es de dentro hacia fuera y los sistemas nerviosos que lo ponen en marcha son el pélvico y el hipogástrico. Con la estimulación vaginal, el útero no se eleva sino que empuja hacia la vagina. Por esto, ante la inminencia de este orgasmo, la abertura vaginal se ablanda y a veces ocurre que el pene es expulsado por la fuerza de estas contracciones. Algunas posturas amatorias facilitan la consecución del orgasmo vaginal, especialmente aquellas en las que el hombre se sitúa encima de la mujer. La presión continua sobre la cavidad vaginal induce a vibraciones placenteras en el cérvix, el útero y la vagina. En algunas mujeres, la entrada de un pene grueso y ancho puede ser motivo más que sobrado para experimentar un orgasmo. A otras, una penetración por parte de un pene largo les permite alcanzar un extraordinario orgasmo gracias a la estimulación de una zona muy sensible, plagada de terminaciones nerviosas, que se encuentra junto al cérvix uterino y el final de la vagina.
Nuevas pistas sobre el “punto G” clave en el orgasmo vaginal.- Una ecografía puede ayudar a localizar el punto G, según científicos italianos. El punto G es, para muchos, El Dorado de la relación sexual, capaz de saciar el ego más desmesurado (en ellos) y toda aspiración de placer (en ellas). Sin embargo, la falta de evidencias de que existiese rodearon ese territorio femenino de un halo mitológico que ha dado para litros de tinta y una buena cantidad de frustraciones. Ahora, el misterio puede estar cerca de resolverse. El investigador italiano de la Universidad de L’Aquila (Italia) Emmanuele Jannini y su equipo afirman que es posible observar las diferencias anatómicas que hacen que unas mujeres puedan experimentar los orgasmos vaginales que se relacionan con el punto G y, en cambio, otras no. En su estudio, publicado en la revista Journal of Sexual Medicine, el equipo de Jannini realizó ecografías vaginales a 20 mujeres; 9 que afirmaban experimentar orgasmos vaginales y 11 que no. Tras analizar el área entre la uretra y la vagina donde se creía que estaba el punto G, los científicos comprobaron que existían diferencias fisiológicas entre unas y otras. En las mujeres que podían tener orgasmos vaginales, el tejido de la zona estudiada era más grueso que en las que no los disfrutaban. Según explicó Jannini a la revista New Scientist , las mujeres que no tuviesen el espacio uretrovaginal del grosor suficiente no tendrían punto G y no podrían experimentar el orgasmo vaginal. Si la hipótesis de los investigadores se confirma, una ecografía serviría para saber el tipo de placeres que podrá esperar cada mujer. Después de la conclusión de los investigadores italianos, comienza la discusión. Algunos expertos creen que lo que Jannini llama “punto G” no es más que una parte interna del clítoris, responsable de la mayor parte de los orgasmos conocidos. Es posible que el tamaño del clítoris, muy variable, esté relacionado con los orgasmos atribuidos al punto G.  Para las mujeres quienes no puedan experimentar el orgasmo vaginal, el director del estudio asegura que no hay motivo para la desesperación. “Aún pueden tener un orgasmo normal a través de la estimulación del clítoris”, dice. Otros proponen que la región detectada por Jannini podría ejercitarse como un músculo o incrementar su tamaño empleando los fármacos adecuados. 
En año 2008, la revista Journal of Sexual Medicine publicó los resultados de un estudio realizado por Emmanuele Jannini, profesor de sexología médica de la Universidad de l'Aquila en Italia que afirmaba que es posible determinar el tamaño y la forma de la capa que está detrás del muro vaginal principal, la zona uretrovaginal en donde estaría localizado el punto G, mediante una exploración de ultrasonido o ecografía. En abril de 2012 estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine documenta que esta estructura anatómica sí existe. Adán Ostrzenski, MD, Ph.D., del Instituto de Ginecología en San Petersburgo, Florida, llevó a cabo estrato por estrato de una anterior disección de la pared vaginal en un cadáver de 83 años de edad. La disección establece la presencia del punto G, una bien delineada estructura de salida situado en la zona dorsal (espalda) de la membrana perineal, 16,5 mm de la parte superior del meato uretral, formando un ángulo de 35 grados con el lateral (lado) la frontera de la uretra.  El nombre de “punto G” lo acuñó el ginecólogo alemán Ernest Gräfenberg en 1950 para referirse a un área dentro de la vagina en la que se encuentran las glándulas de Skene. Estas glándulas serían el equivalente femenino de la próstata y se cree que están implicadas en el orgasmo vaginal. Durante muchos años, el debate sobre la existencia de este punto concreto ha sido intenso y muchos dudan aún de que exista. El equipo que ahora presenta el sistema para la detección del punto G por ecografía lleva ya años estudiándolo, algo que, según ellos, no se había hecho hasta ahora de una manera apropiada. “Es ridículo que hayamos esperado hasta ahora para conocer de verdad la anatomía femenina”, dijo Jannini en 2002. Por último, los investigadores italianos dejan claro que uno de los hallazgos esenciales de su investigación es que hay mujeres que no han  experimentado nunca un orgasmo vaginal, y que es completamente normal.

DOS MANERAS DE LOGRARLO: No existen pues orgasmos “clitoridianos”, ni orgasmos “vaginales”. Desde el punto de vista fisiológico, todos los orgasmos son iguales. Lo único que varía es el tipo de estímulo que a cada cual más le guste para llegar al orgasmo. La única diferencia entre el orgasmo vaginal y el clitoriano radica en la manera de conseguirlo. Simplemente hay zonas erógenas que contribuyen en mayor o menor medida a elevar la excitación sexual. El sistema nervioso conduce esta información hasta el centro del orgasmo, situado en la médula espinal. Cuando el nivel de excitación sexual alcanza el umbral del orgasmo, se desencadena una respuesta refleja que consiste en la contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada de la vagina. Siempre igual. Sea cual sea la fuente de estimulación. Una cosa es dónde se acaricia, y otra dónde se produce el orgasmo. Sólo hay un tipo de orgasmo femenino. Independientemente de qué camino le guste más a cada una para llegar a él.
Debido a que la vivencia del placer sexual resulta, además de fisiológica, subjetiva; durante siglos ha sido motivo de gran discusión, saber si la mujer presenta uno o dos tipos de orgasmo. Es lógico pensar que existen factores culturales que van a tener un peso importante en su experimentación para así saber las diferencias entre ambos. Tal ves el secreto entre los esposos esta contemplado en la biblia; Génesis 2: 25. En eses tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, (integralmente) pero ninguno de los dos sentía vergüenza de si.  Es en cualquier caso, la mejor manera de conseguir un orgasmo, es no querer llegar a él para sentir un "orgasmo amoroso". 

Para muchos especialistas, el orgasmo clitoriano y el orgasmo vaginal son dos categorías abstractas y obsoletas ya que el orgasmo clitoriano puede ser un indicador o un estimulador del orgasmo vaginal y pueden ser complementarios para lograr un orgasmo múltiple. Exploremos los detalles. Antes que nada, se debe definir bien que significa en realidad múltiples orgasmos. La mayoría de la gente cree que mantener orgasmos múltiples es igual a la capacidad de tener más de un orgasmo en un solo encuentro sexual, pero esto es verdad hasta cierto punto. En la década de los ochenta, apareció el Informe Hite, que distinguía entre orgasmo múltiple y orgasmo secuencial. Además de reiterar lo difícil que es etiquetar las experiencias sexuales, decía que el multiorgasmo, entendido como varios orgasmos unidos sin parada intermedia, es algo que sucede en raras ocasiones; los orgasmos secuenciales son varios orgasmos que se dan entre intervalos de tiempo de varios minutos. Una investigación concluyó que era posible encadenar orgasmos, tras experimentar midiendo las contracciones que se producían en los músculos de la vagina, alternándolo el frotar el clítoris, observando que el llamado multiorgasmo se manifestaba en una especie de orgasmo prolongado de menor intensidad. 
Tener orgasmos múltiples quiere decir en realidad que se puede experimentar más de un orgasmo con intervalos de 30 segundos a un minuto, los orgasmos secuenciales. Pero cada uno de los orgasmos no tiene que ser tampoco siempre un estallido de gozo. Solo es una ola de placer, una liberación de la tensión. Todos experimentan los orgasmos en un grado diferente y nivel diferente, por lo que los múltiples orgasmos varían también entre las diferentes personas.

Se sabe que las mujeres pueden tener multi-orgasmos, en los  hombres es muy difícil por su condición fisiológica, necesitan atravesar el período refractario (que es el tiempo entre una erección y la siguiente). Y cuando ellas tienen un orgasmo permanecen en una etapa en la cual mantienen la excitación aún después de ese orgasmo. Por lo tanto, una vez que la mujer llega al orgasmo, puede ser capaz de experimentar otro si mantiene un estímulo constante en sus genitales. Podría darse el caso de que su clítoris sea demasiado sensible, pero en su lugar se podría utilizar otro estímulo indirecto en su vagina, o bien en los labios, ano o senos. La mejor posición para alcanzar todo esto durante el encuentro sexual sería en una posición por encima de la pareja masculina, ya que así se tiene el control completo sobre cuán rápida y profundamente se es penetrada, y cuánta fricción se desea sentir contra su clítoris. Además que el hombre estando en esa posición puede retarda su eyaculación. La mayoría de las mujeres que han experimentan múltiples orgasmos generalmente se debe al desempeño de su marido en retardar su eyaculación. Los hombres no son conocidos como personas que pueden disfrutar de multi-orgasmos, ya que a diferencia de las mujeres después de eyacular se atraviesa un período refractario que puede durar desde unos pocos minutos a unas pocas horas. Esto significa que, a diferencia de las mujeres, que pueden continuar sin problemas recibiendo un estimulo genital apenas después del orgasmo, los hombres, luego de la eyaculación, tienen que comenzar desde el inicio para lograr una nueva erección total. Mi formula es tres en uno; tres veces la mujer por una del hombre. El varón debe estimularse hasta estar al borde del orgasmo, para luego hacer una pausa, frenarse, esperar  que su esposa culmine y continuar en un grado menor de ritmo. Se debe repetir el proceso entero hasta que ya no se sea capaz de rechazar otra interrupción, y entonces se podrá alcanzar el punto culminante. Es algo muy personal que depende de factores biológicos, psicológicos de la excitación que el esposo produzca en la mujer, el nivel de libido, la postura en que se realiza el coito, la salud, sobretodo ponerlo en las manos de Dios. Sin duda, tiene mucha importancia tener una mentalidad abierta para interpretar las necesidades de su cónyuge. Como siempre, una buena comunicación de pareja ayuda mucho. Lo que va bien, siempre puede ir mejor. No ser conformista. No olvidar que la rutina acaba dinamitando toda relación. Esta definición venía a sugerir que el importante porcentaje de mujeres que en investigaciones anteriores decían tener orgasmos múltiples habían experimentado en realidad un orgasmo secuencial.
Finalizo con las siguientes reflexiones que son versículos de la Palabra de Dios; mi intención no es enseñar ningún método terapéutico, es mostrar en que condición nos encontramos en nuestra vida sexual en pareja y como es que nuestro Creador nos hizo para tener relaciones intimas sexuales. TODO ME ESTA PERMITIDO, PERO NO TODO ES PARA MI BIEN. TODO ME ESTÁ PERMITIDO, PERO NO DEJARE QUE NADA ME DOMINE. 1.Co. 6:12. LA MUJER YA NO TIENE DERECHO SOBRE SU PROPIO CUERPO, SINO SU ESPOSO. TAMPOCO EL HOMBRE TIENE DERECHO SOBRE SU PROPIO CUERPO, SINO SU ESPOSA.-1.Co. 7:4. 
En el próximo segmento, nuestro tema para completar este ciclo es:
               Parte III. Quien tiene el control de mi relación sexual intima.


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